El Puerto siempre tuvo identidad propia. Si bien desde el punto de vista catastral se conformó como barrio de Mar del Plata en 1942, la autopercepción de sus habitantes no cambió en lo inmediato y pasaría un tiempo hasta que su gente se sintiera marplatense. La ciudad mostraba una población dividida. Incluso en el presente, en la zona de 12 de Octubre y Edison es frecuente escuchar a las personas decir "Me voy a Mar del Plata".
En aquel entonces en la zona portuaria había calles de tierra y casillas de chapa. Recién a finales de los años 40 llegó el ferrocarril y se hicieron mejoras en los barrios.
El crecimiento fue sostenido y apareció el turismo masivo. De allí surgió la postal de las lanchitas amarillas. Los marineros partían por la mañana muy temprano y a primera hora de la tarde regresaban, en presencia de la gente descargaban los barcos en un galpón, lo que se fue transformando en un atractivo para todos. Allí el pescado se seleccionaba, se vendía y se regalaba. Mucha gente que no tenía qué llevar a la mesa, iba al Puerto y recibía pescado. Quienes trabajaban en aquel entonces en el Puerto eran generosos con ellos.
Con el correr de los años, en torno a la banquina de los pescadores fueron surgiendo negocios para satisfacer las demandas del turismo que se acercaba a la zona. Aparecieron todo tipo de emprendimientos gastronómicos.
Pronto Mar del Plata comenzó a enviar pescado hacia Buenos Aires en un vagón de tren que llegaba a la estación Constitución. El progreso se sostuvo con el correr de los años, siendo Chichilo el restaurante más emblemático. Mar del Plata se transformó en una ciudad de servicios y el Puerto local acompaño como un sector referente del ámbito.
Luego el país comenzó a transitar años complejos. El Puerto dependía de la administración general de la Nación. Durante la dictadura cívico militar se solicitó a quienes formaban parte de la comunidad que se retiraran de la zona. Las familias portuarias pasaron momentos de mucha tensión. Se decidió trasladar el centro comercial donde se encuentra actualmente. Para ello fueron necesarias importantes obras dado que el terreno no era apto para la construcción. Como en tantas ocasiones, fueron los comerciantes los que se encargaron de hacerlas, para dar continuidad a uno de los pulmones más grandes de la ciudad y de la región.
Ningún obstáculo detenía el progreso del Centro Comercial Puerto. Años más tarde se presentó otro inconveniente: Prefectura decidió cerrar el acceso principal al Centro Comercial Puerto, por lo que nuevamente los comerciantes y trabajadores buscaron otra alternativa y comenzaron a trasladar a la gente con camionetas. La unión entre quienes conforman esta familia (la del Puerto) se mostraba cada vez más sólida.
La comunidad portuaria supo reconvertirse ante cada adversidad, incluso a la demolición de locales y el traslado del histórico Centro Comercial del Puerto. Hoy nuestra identidad se ve afianzada y surgen proyectos de renovación que lo convertirán en uno de los espacios más prestigiosos y sustentables de Latinoamérica.
Mar del Plata, una ciudad edificada a la vera de la Costa Atlántica, se caracteriza por su excelente y diversa gastronomía marina de la cual el Centro Comercial del Puerto es el referente a nivel local y nacional.
El puerto de la ciudad de Mar del Plata se ubica en la costa de Mar del Plata, en el sudeste de la Provincia de Buenos Aires, sobre el mar Argentino del océano Atlántico Sur. Es un puerto artificial encerrado por dos importantes escolleras, la Norte y la Sur. Se empezó a diseñar a fines del siglo XIX y se inauguró en 1924. Es además puerto de ultramar.
Se encuentra dividido en dos sectores: el norte y el sur, el primero dividido en tres espigones y el segundo en un muelle para cruceros turísticos. El puerto es pesquero principalmente, el transporte de petróleo y cereales son actividades secundarias.
Depende administrativamente del Consorcio, la seguridad del territorio está a cargo de la Prefectura Argentina y la municipalidad de General Pueyrredón posee una delegación.
El Puerto de Mar del Plata es además un paseo turístico. Se puede visitar su Centro Comercial, la Gruta de Lourdes, la Reserva de Lobos Marinos, la parroquia de la Sagrada Familia, el monumento al Hombre de Mar y la Av. Juan B. Justo.